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El Reino, símbolo de poder y logro, representa el éxito y la realización de las propias ambiciones. Nos recuerda que para reinar sobre su propio reino, es necesario ser valiente y creer en sus propias capacidades.
El Pozo, símbolo de profundidad y búsqueda interior, representa la búsqueda del autoconocimiento y la comprensión de las propias necesidades. Te invita a sumergirte en ti mismo, a explorar tus propios pensamientos y emociones, y a encontrar las respuestas que buscas.
La trajeta de la Encantadora representa la seducción, la persuasión y la fascinación. Simboliza la belleza, la gracia, el encanto y el poder de la persuasión. También puede referirse a una persona que usa su encanto para conseguir lo que quiere o a una situación o persona que nos resulta irresistiblemente atractiva.
El Esencial, símbolo de sabiduría y sencillez, representa la comprensión profunda de las cosas realmente importantes de la vida. Te invita a centrarte en lo esencial, a deshacerte de lo innecesario y a centrarte en lo que es realmente importante para ti.
El Salvador, símbolo de valentía y generosidad, representa la capacidad de ayudar a los demás y de ser guía para las personas en apuros. Te invita a ser líder, mentor y a darte por los demás. Nos anima a ser humildes, a escuchar a los demás ya estar siempre dispuestos a ayudar.
El Niño, símbolo de inocencia y pureza, representa el nacimiento de nuevas ideas. Nos invita a redescubrir nuestra espontaneidad y nuestra curiosidad. Nos recuerda la importancia de retener nuestro asombro y mantener nuestro corazón abierto a todas las posibilidades.
